El uso del chupete responde a necesidades de succión y seguridad en el bebé. Su uso no es malo, pero se deben seguir unas recomendaciones:
- Intente no utilizar el chupete en los primeros días de vida. Aunque la tentación sea grande, probablemente sea mejor resistirla, dado que favorecerá la instauración de una lactancia materna eficaz.
- Evite usar el chupete como método para poder retrasar una comida.
- Parece mejor que su hijo utilice un chupete para saciar sus ganas de chupar, en lugar de uno de los dedos de su mano (generalmente el pulgar).
- Si su hijo utiliza chupete, no tenga uno sólo, dado que es fácil que se pierda, lo cual, en algunos casos, supondrá llantos, pataletas, etc.
- Muchos niños utilizan el chupete para tranquilizarse, sobre todo en la época del destete o en ausencia de los padres. En niños mayores no los reprenda por su uso, ya que ello dificultará su retirada definitiva.
- No mojarlos en azúcar o miel para calmar al bebé, ya que pueden producirse caries.
- No debe prolongarse su uso más allá de los 2 años debido a que pueden producirse malformaciones en el desarrollo de los dientes y los huesos produciendo una maloclusión.
- Si el uso del chupete o la succión del dedo se prolonga más allá de los 3 años es recomendable acudir a su odontopediatra.